


Valores
El Instituto San Bernardo forma en valores, haciendo especial énfasis en los siguientes:
· Fe : Aceptar que hay un ser superior que nos da la vida, nos orienta y guía. La educación Lasallista es confesional y acata los principios y orientaciones de la Iglesia Católica.
· Fraternidad: En la Escuela Lasallista se comprende a toda persona como un hijo de Dios. El profesor es el ángel custodio que vela para que este valor sea llevado a la vida cotidiana. El lema: “Todo Lasallista es mi hermano” se debe hacer realidad.
· Servicio : El Lasallista se distingue por su espíritu de servicio, ayudando en cualquier momento sin esperar ninguna recompensa.
· Compromiso : Este valor en la Escuela Lasallista se traduce como la disponibilidad para ayudar al que más lo necesita, apoyados por la Doctrina Social de la Iglesia.
·Justicia: Se entiende justicia como la constante y perpetua voluntad de darle a cada uno en lo que en derecho le corresponde, respondiendo a que el hombre es un ser a imagen y semejanza de Dios. Al igual brinda formación en valores tales como:
· Responsabilidad : Significa ser capaz de asumir y respaldar, con seriedad y entereza, todos los actos de la existencia. La responsabilidad se manifiesta en el ejercicio continuo y positivo de los compromisos individuales, sociales, cívicos, escolares, familiares y laborales contraídos, y en la valoración permanente de los resultados que de ellos puedan derivarse.
· Respeto : Significa reconocer las diferencias de pensar, de sentir, de ser o de actuar de los demás, sin distingo alguno de creencias, formas de vida, origen étnico, habilidades y condición social y profesional. La persona respetuosa actúa siempre con miramiento hacia el derecho que tienen los demás a ser diferentes. El respeto se vive y se manifiesta hacia todo cuanto rodea a las personas: el entorno físico, los bienes materiales, el medio ambiente. El respeto se nutre en las relaciones interpersonales, donde éstas abren paso al diálogo racional y a la confrontación serena de argumentos, así como al reconocimiento de que se puede estar errado.
